| Resumen: |
Utilizando su autobiografía, la escritora nos proyecta un difícil campo de estudio en el que toda mujer se ve reflejada: las relaciones entre madre e hija; en donde hace una diferenciación de comportamiento; es decir ponerse en el papel de madre e hija a la vez, y salir ilesa. El amor maternal que formuló en su nodriza pero que no la distancio de su madre, quien enviudo, pero que la obligo a no repetir esta escena de vida, su separación de la realidad a falta de una figura paterna y la constante de contar con una aliada que le permitía ser ella misma: ella y su nodriza Anna, ante su contraparte, su hermana y su madre. Este libro se complementa con una recopilación de entrevistas a cientos de mujeres que opinan en torno a situaciones como la primera menstruación, la adolescencia, su primera cita, la primera relación sexual, el matrimonio, el embarazo, la dependencia moral y económica de su pareja, el divorcio, los siguientes matrimonios y peor aún, los siguientes divorcios; el alcance pleno de su formación como profesional y en algunos casos, la frustración de no sentirse realizada y autoconsiderarse, convertirse en un objeto más de la casa a la que deben respeto y de la que quizá ya nunca salgan si no es acompañada de su esposo, quien deberá cuidarlas como lo hacía su madre en la infancia y a quien culparan de los errores y desventuras, por ser ellos, quienes mantiene dicho hogar. Además de mostrar la forma en que generaciones de mujeres, comenzando con la bisabuela, la abuela, la madre y terminando con la hija, se transmiten infinidad de herencias y similitudes, el punto en que la mujer siente esa acelerada sensación de transformarse en la madre que detesta, el primero cuando se convierte en madre y el segundo cuando la madre muere y la hija queda con la sensación de no haber sido lo suficientemente buena con la persona que le dio la vida. |
