| Resumen: |
Se trata el papel del discurso jurídico en torno a la identidad y la ciudadanía y por tanto a la figura de mujer, a quien le atribuyen cualidades y le niegan otras, las identidades individuales y sociales del discurso del derecho están inscritas en la historia, la cultura y la política. Debido a que el poder no es externo a las identidades constituidas sino que las integra y define, el discurso jurídico se sitúa como legitimador de poder que interactúa con otros discursos sociales, como el de la política o la moral. En el libro se plantea un debate en torno a que si la mujer debe volverse identica al hombre para ser reconocida como igual ante la ley, pero las autoras sostienen que se debe amparar la diferencia y abrir un nuevo espacio común, sin que se apropie, limite y manipule de alrededor de un proyecto de poder; es necesario ser capaces de crear nuevos vínculos sociales. |
