Resumen: |
El autor comienza haciendo una reflexión sobre el hecho de que existen pocas ideas que aparecen en todas la épocas, como dicen algunos literatos. Posteriormente señala que los términos modernidad y modernización han existido en todas las épocas, sin embargo en cada una de ellas han tenido significados cambiantes y controvertidos, cambiantes porque cada generación edifica una concepción que choca con la de otras generaciones, y controvertido porque éstas concepciones se vuelven zona de lucha, de debate intelectual y de cambio social. En el presente, el autor observa cómo, frente al paradigma modernizador de los años 60s, que veía como obstáculo al desarrollo a las antiguas pertenencias comunitarias o la persistencia de patrones sociales arcaicos, los actuales defensores de la proliferación de las diferencias, se van al otro extremo y ven en la herencia de las identidades comunitarias un remozado resorte modernizador. El autor analiza la propuesta de desarrollo de la CEPAL, en vistas a la modernidad, en el marco de las tendencias dominantes de la economía mundial, en la perspectiva de que la equidad no va reñida con el desarrollo y un crecimiento sustentable y esto mediante el amplio consenso de una ciudadanía moderna, y en esta propuesta surge la tensión entre la identidad cultural de los pueblos y la modernidad en el proceso de desarrollo. Aquí el autor describe algunas posiciones respecto al problema, señala que el problema de la modernidad frente a la tradición es algo que siempre ha existido y el asunto es la integración dinámica de la diversidad cultural, a un orden social justo y no una occidentalización, la situación es plantearse el cómo se puede realizar. |