Resumen: |
La autora señala que la crítica literaria es fundamental en el proceso de comunicación que se establece entre el escritor y sus lectores y lo que le aporta al feminismo es una mirada diferente, la crítica toma conciencia del carácter discursivo de la realidad, desconstruyendo los discursos dominantes, no tanto en función de lo que explicitan, sino de lo que reprimen, marginan o consignan. La crítica literaria feminista corre de manera paralela con el movimiento feminista, para este tipo de análisis no importa si el mundo recreado en la literatura, es una ficción o es realista, de lo que se trata es de recuperar los aspectos simbólicos que se despliegan en la creación literaria, así se elabora una crítica de la vida cotidiana, explicando los origenes de la opresión de la mujer, a través de observar en la escritura el dato biológico y cultural de la diferencia sexual, en los personajes masculinos y femeninos. De este modo, la crítica literaria feminista es una reflexión sobre el poder, sobre el control de los cuerpos propios y ajenos, por ello este tipo de crítica no les interesa a los académicos convencionales, la crítica feminista se ha identificado más que con el discurso académico, con los discursos alternativos a la manera de Marx, Freud y Foucault. |