Resumen: |
Reflexiones colectivas acerca de la lucha de las mujeres, sus aprendizajes y sus transformaciones. El texto comienza hablando de todo lo que han aprendido un grupo de mujeres que mantienen una relación de combate y afectividad, como son las feministas, que han descubierto la particularidad de ser mujer, pero dicen ellas, ahora falta traducir a la realidad la experiencia, el saber y el valor de la mujer. El grupo expresa que lo que interesa es interrogar al fracaso femenino que se traduce en malestar, inadecuación, mediocridad, la discriminación antifemenina no significa ya lo esencial de la condición, es más bien una cobertura, el discurso de la discriminación no implica sólo un impedimento externo o impuesto, sino que internamente se reconoce un conflicto, por el deseo de afirmación social. La lucha feminista, dice el colectivo, imprime una voluntad de vencer, que se ve paralizada por las posibilidades que ofrece la realidad social; esta cosa que dice y no hace obstáculo, es lo que da una sensación de extrañeza. La existencia se conquista en una competencia sexual de hombres, cuando la discriminación es menor, la mujer puede competir, pero dicha competencia es establecida por los hombres y las mujeres tienden a asimilar el modelo masculino, pero la verdad no está en tomar simplemente los espacios masculinos, sino en encontrar los incentivos y las posibilidades de afirmar lo mejor de sí mismas. |