Resumen: |
La organización nombrada »Católicas por el derecho a decidir« fue creada en Nueva York en 1973; en 1978 la autora del presente artículo se involucra con dicha organización al pedírsele formar parte del Consejo Directivo. Sus memorias, anécdotas, aprendizajes y enseñanzas que a lo largo de su vida habían marcado su actual conciencia se configuran en este artículo al desmembrar la historia de Kissling y su relación y separación con los asuntos de la Iglesia católica. Las reflexiones tocan temáticas como la relación entre lo que la iglesia tolera en privado y acepta en público, exalta una serie de injusticias que dejan de lado al ser humano y se limitan a rituales lejanos de la realidad y circunstancias de cada persona, en este sentido el discurso se orienta hacia el debate sobre el aborto y las relaciones sexuales así como las incongruencias de los discursos que desde el Vaticano el Papa dirige a las mujeres. |