| Resumen: |
Las diferencias en el procesamiento de las cuestiones sociales y políticas precisan resignificarse visualizando las relaciones opresivas y discriminatorias que generan conflictos y antagonismos. El papel del feminismo en materia política ha mostrado interés por cuestionar las formas hegemónicas de hacer y concebir la política exaltando la deseabilidad y posibilidad de construcciones democráticas pluralistas. En el contexto anterior se somete a crítica el modelo político liberal cuestionando la lógica en la que se sustenta, su racionalidad universalista, formal e instrumental en el plano lógico y práctico. La autora retoma el tema de ciudadanía ubicándolo como posibilidad de diferenciación y considerando el sujeto de derechos en el reconocimiento de su calidad de individuo. El papel de las mujeres en la lucha por su ciudadanía demanda la contribución al ámbito público en la lógica de la legalidad, racionalidad, generalidad y pluralismo afirmando lo que le es propio como personas genéricas. |
