Resumen: |
La disyunción entre sexualidad y maternidad, que surge en la década de los setenta tras la aparición de la píldora anticonceptiva, fragmenta la sexualidad femenina en partes: relación sexual, erotismo, coito, comportamientos eróticos, reproducción, producto de la concepción y la preparación del regazo psíquico; partes de un todo que se ha parcializado en función de un estatus social que desfasa el pensamiento, deseo y sentimiento en la relación entre un hombre y una mujer, cuya actividad sexual no visualiza el todo sino una parcialidad conveniente a su situación dejando de lado la responsabilidad que el acto implica. El aborto como necesidad implica el desfasamiento que anteriormente se menciona instaurándose como un hecho en el que no cabe la elección ni el juicio. |